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¿Qué es la carbonara y por qué es tan popular?

La carbonara es una salsa cremosa que se prepara con huevos, queso, pimienta y guanciale, una especie de tocino curado que se obtiene de la mejilla del cerdo. Se suele servir con espaguetis, aunque también se puede usar otro tipo de pasta larga. La carbonara es un plato típico de la cocina romana, que se ha extendido por todo el mundo gracias a su sencillez y su sabor intenso.

El origen de la carbonara no está muy claro, pero hay varias teorías al respecto. Algunos dicen que se inspiró en la comida de los carboneros, los trabajadores que hacían carbón vegetal en los bosques. Otros creen que fue una invención de los soldados estadounidenses que ocuparon Roma tras la Segunda Guerra Mundial, y que mezclaron los ingredientes que tenían a mano: huevos, tocino y queso. También hay quien piensa que la carbonara es una variación de la gricia, otra salsa romana que lleva guanciale y queso pecorino, pero sin huevos.

Sea como sea, lo cierto es que la carbonara se ha convertido en uno de los platos más famosos y queridos de la gastronomía italiana. Sin embargo, no todo el mundo respeta la receta original, y hay muchas versiones que añaden ingredientes como nata, cebolla, ajo o champiñones. Estas variantes suelen provocar el rechazo de los puristas, que defienden la autenticidad y la simplicidad de la carbonara.

Para celebrar este plato tan especial, cada 6 de abril se celebra el Día Internacional de la Carbonara, una iniciativa que busca difundir la cultura y la tradición de la cocina romana. En este día, muchos restaurantes ofrecen menús especiales con carbonara, y se organizan concursos, talleres y eventos para compartir los secretos y las curiosidades de esta salsa tan deliciosa.

Hacer una carbonara auténtica

Si quieres aprender a hacer una carbonara auténtica, solo necesitas unos pocos ingredientes de calidad y seguir unos pasos sencillos.

1. Primero, tienes que cocer la pasta en abundante agua con sal hasta que esté al dente. Mientras tanto, tienes que cortar el guanciale en trozos pequeños y dorarlo en una sartén con un poco de aceite.
2. Luego, tienes que batir los huevos en un bol con queso rallado (preferiblemente pecorino romano) y pimienta negra molida. Cuando la pasta esté lista, tienes que escurrirla y mezclarla con el guanciale y su grasa en la sartén a fuego bajo.
3. Por último, tienes que añadir la mezcla de huevos y queso y remover bien hasta que se forme una crema suave y homogénea.

¡Y ya está! Solo te queda servir tu carbonara bien caliente y disfrutarla con un buen vino blanco.